Comentario al Evangelio - lunes 3 de septiembre 2018
Comentario al Evangelio
lunes 3 de septiembre 2018
Jesús proclamador
de la Palabra
de la Palabra
Lc 4,16-30
Hijas de San Pablo
Hna. Simona Rosario Acosta, fsp.
El
libro del Génesis narra la obra creadora de Dios por medio de su Palabra, y el
Evangelio de Juan afirma la existencia eterna de la Palabra, pues en el
principio ya existía el Verbo; esa misma Palabra en el evangelio de Lucas es
Jesús, el verbo encarnado.
Este
pasaje bíblico nos presenta a Jesús proclamando la Palabra en la sinagoga, toma
un texto del profeta Isaías y de manera profética le anuncia la gran alegría del
cumplimiento de lo que su boca acaba de pronunciar: “Hoy se ha cumplido esta
escritura que acaban de escuchar”. Frente a esta proclamación la asamblea tiene
dos reacciones. La primera es de admiración: “todos se admiraban de las
palabras de gracias que salían de su boca”. Y no es para menos, la asamblea
tenía el gran privilegio de escuchar la Palabra de Dios siendo proclamada por
la misma palabra de Dios que es Jesús.
La
segunda reacción de los presentes es la del rechazo: “todos en la sinagoga se
pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron
hasta un precipicio del monte… con intención de despeñarlo”. Como todo profeta
Jesús es rechazado en su propio pueblo. Pero este rechazo inicial no pudo
impedir su camino de dar cumplimiento a las promesas de Dios hechas desde
antiguo.
¿Cómo
es mi actitud ante la Palabra de Dios leída y proclamada? Me dejo maravillar,
sorprender por Dios en la Palabra que diariamente me dirige? O por el
contrario, ¿la mía es una actitud de rechazo o de indiferencia?
Que
la Palabra de Jesús sea para mí motivo de gozo y regocijo. Pidamos la gracia de
escuchar con el corazón la buena nueva que me anuncia Dios cada día de mi vida.
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