De la organización a la vida comunitaria-religiosa.
Pensaba al principio en una organización católica de escritores, técnicos, libreros, distribuidores católicos; y dar orientaciones, trabajo, espíritu de apostolado... Pero pronto, hacia 1910, con una mayor luz, dio un paso definitivo: escritores, técnicos y propagandistas, sí: pero religiosos y religiosas. Por una parte llevar hombres a la más alta perfección -la de quien practica también los consejos evangélicos- y al mérito de la vida apostólica. Por otra parte dar más unidad, más estabilidad y mas continuidad al apostolado. Formar una organización religiosa donde las fuerzas estén unidas, donde la entrega es total, donde la doctrina sea más pura; y esta sociedad de personas que aman a Dios con toda la mente, fuerza y corazón, se ofrecen a trabajar por la iglesia, contentas con el salario divino: "recibiréis el ciento por uno y heredaréis la vida eterna"(Cfr MT 19,29) - Santiago Alberione Fundador de la Familia Paulina Tomado del libro: Las abundantes riquezas de su gracia