Comentario al Evangelio - domingo 2 de septiembre 2018
Comentario al Evangelio
domingo 2 de septiembre 2018
domingo 2 de septiembre 2018
La verdadera pureza
Mc 7,1-8.14-15.21-23
Mc 7,1-8.14-15.21-23
Hijas de San Pablo
Hna. Simona Rosario Acosta, fsp.
Al
Jesús calificar de hipócrita a los escribas y fariseos se está refiriendo
directamente a sus intenciones más profundas, aquellas que habitan en lo íntimo
del corazón (Jn 2,24-25). La hipocresía es una forma sutil de mentir, difícil
de descubrir por la simple observación. Jesús los acusa de vivir una piedad
aparente con la que engañaban a las personas, eran amadores de las tradiciones,
sujetos a la literalidad de la letra, pero lejos de la obediencia a Dios. Su
culto era vacío porque se reducía al cumplimiento de preceptos, sin contenido
espiritual.
Mientras
los escribas y fariseos acusaban a los discípulos de quebrantar la tradición,
Cristo los acusa a ellos de quebrantar un mandamiento de Dios. Pretendían hacer
quedar a los discípulos como perversos delante de la gente. Esa acción ponía de
manifiesto la inmundicia de su corazón contaminado que empleaba la boca como
instrumento contaminante. El Señor los estaba enfrentando directamente con su
propia hipocresía. Los invita a pasar de los actos exteriores para centrarse en
lo que hay verdaderamente en el interior del hombre, y más aun de ellos mismos.
Porque lo que verdaderamente hace impuro al hombre no es lo que entra en él
desde lo exterior, sino lo que hay en su interior; no es lo que come, sino
aquello que hace o dice porque brota de su corazón.
Pidamos
en este día la gracia de vivir atentos y vigilantes de todo aquello que entra a
mi interior, pero sobre todo a aquello que hace nido en el interior de nuestro
corazón, morada de Dios.
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