10 consejos para vivir más intensamente la Cuaresma
- Dios primerea. Es lenguaje de Francisco.
Dios te espera ya antes de que tú vayas. La oración es el sitio perfecto
para confrontarte bajo la confianza de que Dios misericordioso te llena de
fuerza.
- La confesión no termina en el
confesionario:
Si te confiesas de haber robado 50 pesos, debes devolver esos 50 pesos a
su dueño. Lo mismo con insultos, abandonos, omisiones, etcétera.
- Arrepentimiento real: Si te vas a confesar y el
sacerdote te absuelve, pero no hay en ti real arrepentimiento de las
faltas, entonces se puede decir que no se realizó el sacramento.
- La Penitencia: ¡Una bendición! La Penitencia no es un
castigo, sino un medio para volver a Dios. Si te peleas con Pepe, volver
al diálogo con Pepe reestablece el encuentro, la amistad y, por tanto,
debe degustarse.
- No ayunes por ayunar: La idea es volver los ojos a
lo verdaderamente importante. Una idea: si sueles desayunar más o menos
por 25 pesos, los días de ayuno regala una limosna de al menos 25 pesos
(recuerda mirar con amor a quien la recibirá).
- El arrepentimiento lleva al
gozo: En la
Iglesia Antigua, cuando un penitente volvía a la Comunión, se armaba una
verdadera fiesta.
- ¡Cuaresma: Tiempo del
encuentro!:
Oración: Encuentro con Dios. Ayuno: Encuentro contigo mismo. Limosna:
Encuentro con el prójimo necesitado.
- “Y, levantándose, partió
hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vio su padre y,
conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente.” (Lc
15, 20).
- La introspección es un motor
para la caridad:
La Cuaresma está en los hospitales, los asilos, los orfanatos, las
periferias.
- No pierdas de vista el objetivo: El tiempo litúrgico de la
Cuaresma dura 40 días. ¡El de la Pascua dura 50!
¡Que tengas
una fructífera Cuaresma!
Por Juan
Gaitán
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