El Espíritu Paulino


La Familia Paulina aspira a vivir integralmente el evangelio de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, en el espíritu de San Pablo, bajo la mirada de la Reina de los Apóstoles.

No hay excesivas peculiaridades, no devociones especiales, ni demasiadas formalidades, sino que se busca la vida en Cristo Maestro y en la Iglesia. El espíritu de San Pablo brota de su vida, de sus cartas, de su apostolado. Está siempre presente en la dogmática, en la moral en el culto y en la organización de la Iglesia.

Secreto de grandeza y de riqueza es molarse en Dios, viviendo en Cristo. por eso debe estar siempre claro el pensamiento de vivir y obrar en la Iglesia y para la Iglesia; de injertarse como olivos silvestres en el olivo vital Cristo Eucarístico; de pensar y alimentarse de cada frase del evangelio, según el espíritu de San Pablo.

"La piedad aliméntese especialmente y de continui con el estudio de Jesucristo Divino Maestro, que es camino, verdad y vida; de modo que, ante su ejemplo divino, todos crezcan en sabiduría, gracia y virtud, alabando a Dos con profunda devoción en espíritu y en verdad, y amándole sinceramente con la mente, voluntad, el corazón y las obras". Artículo 154 de las Constituciones.

"Todo el hombre en Cristo, para un total a mor a Dios: Inteligencia, voluntad, corazón y fuerzas físicas. Todo, naturaleza y gracia y vocación para el apostolado. Carro que camina apoyado en las cuatro ruedas: santidad, estudio, apostolado y pobreza". Artículo 100 de las Constituciones

Tomado de:
Las Abundantes Riquezas de Su Gracia
Historia Carismática de la Familia Paulina
Por: Padre Santiago Alberione - Fundador

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