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Mostrando entradas de junio, 2014

NUESTRA VIDA ES UNA VIDA PARA EL EVANGELIO

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99 AÑOS DE FUNDACIÓN:  EN CAMINO AL CENTENARIO. ¡Quisiera tener mil vidas para dedicarlas al Evangelio! Era el ferviente anhelo de nuestra co-fundadora Tecla Merlo. Es tan grande la misión evangelizadora que como don del Espíritu ha recibido nuestra congregación que una vida no basta para realizar todo el bien que hace falta. Vivir y comunicar el Evangelio a toda creatura es una tarea urgente de cada discípulo, para ello ha nacido cada Hija de San Pablo: para testimoniar con su vida que Jesús es el Camino seguro que nos conduce al Padre, la Verdad que ilumina nuestra mente y la Vida que se nos da abundantemente. El primer y más efectivo medio de comunicación de la Palabra de Dios es la propia persona: el testimonio; el segundo sería los diferentes medios de comunicación que el progreso humano pone a nuestro alcance. Jesús acogía e invitaba a TODOS a venir a Él. Porque solo en Él hay salvación, solo en Dios el hombre puede saciar su sed de infinito, la felicidad plena.

“UN MOMENTO DE IMPACTO”: EL ENCUENTRO ENTRE JESÚS Y PABLO

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Hay momentos en la vida que pueden ser catalogados como momentos de impacto . Es ese momento en el cual logras ver con una luz especial, lo ves todo con ojos nuevos, ese instante donde toda tu realidad cobra sentido; desde donde cada pieza de tu vida y de tu historia encaja como en un perfecto y enorme rompecabezas. Es en ese momento de impacto que llegamos  a nuestro Damasco personal. Y como al Apóstol Pablo nos envuelve una gran luz que lo ilumina todo y que nos saca de las oscuridades del error; caemos rostro en tierra en actitud de adoración, posición en la cual nos despojamos de nuestro orgullo, prepotencia, delirios de grandeza; escuchamos una voz que nos devela el verdadero rostro de Dios; quedamos  ciegos ante el resplandor del misterio; todo esto para emprender un nuevo camino en el cual debemos dejarnos conducir por la comunidad de creyentes. En ese dejarnos conducir se nos van cayendo de los ojos como una especie de escamas que nos impedían ver la verdad que es