Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2014

CELEBRANDO LOS 46 AÑOS DE AMOR, ALEGRÍA Y SERVICIO EN PUERTO RICO

Imagen
46 años después y parece que fue ayer cuando llegaron las primeras Hermanas Paulinas a la Isla del Encanto. Sus Corazones lleno de alegría y buena voluntad ante el reto de anunciar a todos el Evangelio de Jesucristo. Supieron acoger el mandato evangélico “id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Los primeros años iban tocando de puerta en puerta ofreciendo en los hogares de las familias puertorriqueñas la Buena Noticia del Reino. En la actualidad, la red de Librerías Paulinas cuenta con una gran diversidad de temas (religiosos y no religiosos) que contribuyen al crecimiento integral de la persona humana, respondiendo así al anhelo del fundador el Padre Santiago Alberione: “hay que hablar de todo, pero cristianamente”. Agradecemos al pueblo puertorriqueño por todo el cariño que a lo largo de estos años nos han manifestado. Pedimos al Divino Creador que continúe bendiciendo el suelo Borincano, y llene de alegría y paz a todos sus h

LA DEVOCIÓN MARIANA DEL BEATO SANTIAGO ALBERIONE

Imagen
Para el Beato Santiago Alberione en algunas de sus meditaciones hablaba con mucho fervor su experiencia a la devoción mariana. Una devoción que fue transmitida por su familia y que nunca la dejó enfriar sino que la llevó a pleno desarrollo, y con tal intensidad,   hoy en día lo sitúa entre los grandes devotos de María. En unos de sus escrito cuenta que gracias a su madre había aprendido amar profundamente a la Virgen María : A medida que habíamos ido naciendo, nuestra madre nos había consagrado a todos a María… era fácil de rezar a la Virgen cuando éramos pequeños. Nuestra madre nos cogía las manitas, nos las juntaba, y luego rezábamos el Dios te salve. ¡No sé cuántas veces   nos llevaría a la iglesia, ante la Virgen, y nos consagraría   a ella! Así es que, desde muy pequeños, con cuatro o cinco años, ya rezábamos a la Virgen. El Beato Alberione fue, sobre todo, un hombre de intensa oración mariana. Si son muchas las páginas que componen sus escritos, es incalculable el